Equilibrio Del Vertigo: A propósito de naciones y paises de nunca jamás
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Superviviente como me imagino la mayoría de vosotros/as; pensador perezoso y vividor accidental. En los años 60, aprendí a mirarme al espejo...Se podía mejorar muchísimo lo que veía...Sigo en ello.

domingo, febrero 05, 2006

A propósito de naciones y paises de nunca jamás

A estas alturas del proceso, por llamarlo de alguna manera, sobre la Propuesta de reforma de Estatut de Catalunya, parece que poco más se puede aportar dado que ya existe un principio de acuerdo entre el Gobierno y la mayoría de los representantes catalanes; Pero sin embargo, aun vamos a tener debate para bastante tiempo, debido fundamentalmente a la actitud inmovilista y éticamente perversa de los valedores de la España “una grande y libre en lo universal”.
Uno de los aspectos que más ríos de tinta esta haciendo correr del polémico Estatut, a parte del de la Financiación,( apartado que una vez aprobado servirá para adecuarla a las necesidades reales surgidas del desarrollo del estado de las Autonomías y adaptarla a contextos más solidarios y descentralizados ) es la definición en el Preámbulo y en el Artículo 1 de Catalunya como “Nación”. Este apartado, o no ha sido tratado con el suficiente rigor y seriedad, o lo esta siendo de forma manifiestamente perversa. Así, parece necesario reflexionar en torno al alcance, significado social y valor jurídico y normativo de un concepto repetido hasta la saciedad en nuestros días como el de “Nación”, pero muy poco comprendido.
La definición de Nación ha tenido tanto desde una perspectiva de antropología histórica como del ideario ideológico muy diversas y con frecuencia confrontadas e "interesadas" definiciones. Así, políticos, periodistas, juristas o “salvadores de la Patria" parecen que tienen en propiedad la piedra filosofal de la verdad en esta materia. Lo que si parece evidente, es que dentro de la literatura que aborda estas cuestiones los acuerdos terminológicos son minoría respecto a los desencuentros. Por tanto, más que una respuesta, lo que parece más sensato, es presentar diversas aproximaciones realizadas desde las ciencias sociales al mencionado concepto.
En este ámbito, han destacado los trabajos de Eric Hobsbawm: Naciones y nacionalismos desde 1780 donde señala “que las naciones no son [...] tan antiguas como la historia. El sentido moderno de la palabra no se remonta más allá del siglo XVIII”. Nos encontramos ante un fenómeno contemporáneo, propio en buena medida de la transición del Antiguo Régimen de monarquías absolutistas al Liberalismo y no, frente a una realidad tangible e inmutable presente desde “la noche de los tiempos”. Para el propio Hobsbawm estaría en el hecho de que la característica principal de esta forma de clasificar a las comunidades en naciones es que, a pesar de que los que pertenecen a ella dicen que en cierto modo es básica y fundamental para la existencia social de sus miembros o incluso para su identificación individual, no es posible descubrir ningún criterio satisfactorio que permita decidir cuál de las numerosas colectividades humanas debería ser "etiquetada” con este concepto y cual no.
En estos términos, coinciden en lo fundamental otros trabajos como los de Ernest Gellner: Naciones y Nacionalismos o los de Benedict Anderson: Comunidades Imaginadas, reflexiones sobre el origen y difusión del Nacionalismo, o anteriormente los estudios emprendidos por Hans Kohn y Carlton Hayes como los más relevantes. Todos estos trabajos coinciden en que el concepto de Nación, o para ser más exacto de "Nación-Estado", es un fenómeno moderno y, en la gran mayoría de las ocasiones, "históricamente instrumentalizado" por los grupos de poder. De esta manera, han fracasado los intentos de determinar criterios objetivos de nacionalidad, o de explicar por qué ciertos grupos se han convertido en naciones y otros no, a pesar de la permanencia, hoy en día, de las tesis primordialitas que consideran la nación como una realidad objetiva, que posee un espíritu propio y una cultura e historia diferenciada. Permanencia acentuada más en el plano político-mediático que en el estrictamente académico. Nos parece mucho más cercano a la realidad considerar la nación como el conjunto de pueblos o comunidades que tengan colectivamente la "conciencia" de tener en común unos rasgos propios y diferenciados como pueden ser la raza, lengua, religión, historia, etc; Siendo la creación de los Estados y en términos similares aunque con un aura más romántica, el de Patrias, el resultado de un pacto de ciudadanos para dar a su unión, una cobertura política. Esta práctica ha sido extensiva a la gran mayoría de Naciones-Estado, surgidas como identidades socio- políticas a partir de los siglos XVIII y XIX propiciadas por el ideario liberal y la burguesía como clase social dominante en el proceso de expansión industrial en el contexto internacional, excepción hecha de los estados surgidos de procesos revolucionarios como la Unión Soviética o China, o los no menos importantes creados por procesos de descolonización.
Es evidente que entre los politólogos y juristas (los más solicitados por los medios de comunicación para excomulgar o santificar esta formula en detrimento de los historiadores) no hay consenso.
Manifestaciones como "desintegración" y "balcanización" de España se están produciendo con demasiada e irresponsable asiduidad. El problema, o más bien la realidad, es que en la mente de la gran mayoría de los que fomentan el enfrentamiento ínter territorial, está una concepción de la nación decimonónica que considera que a cada Estado (España, en este caso) le corresponde una Nación (la española) y ven imposible conciliar en un mismo Estado diversas naciones como es en este caso; creo que estamos nuevamente ante un problema creado artificialmente y ajeno a las preocupaciones prioritarias de los ciudadanos. Desde la “crisis del 98” se está reflexionando sobre “el ser de España” y la tramitación y aprobación del Estatut, esta sirviendo para algunos como pretexto para defender posicionamientos inmovilistas y manifiestamente antidemocráticos, olvidándose de una forma tendenciosa e interesada, que España no es ni puede ser una religión con dogmas impuestos por los que se arrogan "por ley divina" su representación. Si queremos ser todos parte de un proyecto de Estado y que éste se identifique como " nuestra Patria" es imprescindible que se reconozcan de forma inequívoca y generosa todas las identidades nacionales que lo componen.
La actitud ante este proceso debería ser una exigencia pedagógica y de compromiso con el Estado de Derecho y con una cultura democrática que respete las distintas identidades culturales del Estado, premisas esenciales para defender nuestra propia dignidad como personas y como ciudadanos de un Estado plurinacional y, no lo olvidemos, miembro de la comunidad europea.
Las dudas y ambigüedades respecto a todo lo expuesto, en demasiadas ocasiones, las hemos pagado muy caras. Nadie sea por derechos históricos o ideológicos y expresado en términos más” viscerales “ se debe apropiar del "copyright "de la simbología cultural de nuestros pueblos sean los "Suspiros de España", " El Cant dels Ocells " o de nuestras entrañables "barretinas", "chapelas " o " boinas " y menos de conceptos como Nación, Estado o Patria. Las homologaciones culturales y políticas no son patrimonio de ninguna ideología ni clase social en particular y si, de todos los que entiendan los nacionalismos como identidades culturales y políticas que “enriquecen” la naturaleza humana, cultural y política de un País, en este caso el Estado plurinacional de España, sin exclusiones ni actitudes insolidarias.

“ NO A LOS FUNDAMENTALISMOS NI SALVADORES DE PATRIAS “

Para concluir os recomiendo un libro de reciente aparición como complemento a todo lo expuesto es "La España de los pingüinos" de Enric Juliana. visión lúcida de la realidad y humores existenciales de este,"nuestro “País.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Uniéndome a la enhorabuena de Pol, te hago llegar la mía. Te iremos leyendo, aunque... tela ¿eh? ... jijiji... esperando tus nuevas propuestas, reflexiones y demás... Ánimos sr.Blogger ;)

lunes, 06 febrero, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Olé. Si todos los que hablaran en medios de comunicación tuvieran tu capacidad de análisis, otro gallo cantaría.
Felicidades por el Blogg. Obviamente ya está agregado en favoritos, faltaría más.

jueves, 09 febrero, 2006  
Blogger Pol said...

Buen análisis, un tanto extenso pero repleto de verdades. ;)
Estoy de acuerdo, y como bien dices:
"Nos parece mucho más cercano a la realidad considerar la nación como el conjunto de pueblos o comunidades que tengan colectivamente la "conciencia" de tener en común unos rasgos propios y diferenciados como pueden ser la raza, lengua, religión, historia, etc"
En mi opinión un estado federal sería el punto intermedio más idóneo para nuestro actual estado.
Ánimos a seguir escribiendo ;)!!

jueves, 09 febrero, 2006  
Anonymous Anónimo said...

Cool blog, interesting information... Keep it UP Collage artist trading cards data recovery shareware bdsm movie

lunes, 23 abril, 2007  

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