Iqbal Masih: Testigo de una Esperanza

Cuatro años tenía Iqbal Masih cuando la tradición y la extrema pobreza de su familia cambiaron su destino, su incipiente infancia quedó huérfana de sueños y de sonrisas. Sus padres lo vendieron a una fábrica de alfombras del Punjab en Pakistán; necesitaban dinero para que su hermano mayor pudiera casarse. Así empezó un calvario de miseria y explotación que terminó con su muerte, de forma trágica, cuando apenas había cumplido doce años.

Para saldar la deuda Iqbal trabajaba quince horas al día trenzando alfombras. Sin embargo, los intereses desorbitados impedían que la deuda se pudiera cancelar.
A los 10 años Iqbal asistió a un mitin sobre derechos humanos y su vida cambió radicalmente. Consiguió la libertad a través de una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y se convirtió en un activo luchador contra la explotación de los niños en el trabajo.
Su lucha trascendió las fronteras, y se dio a conocer en Europa y EEUU, llevando a los foros internacionales una llamada a la solidaridad por la defensa de la dignidad y libertad de todos los niños: "Os pedimos que prohibáis la utilización de los niños como mano de obra esclava". Su meta, dar la oportunidad a los niños como él, de ir a la escuela y tener una infancia digna. En abril de 1995, cuando tenía 12 años, Iqbal fue asesinado a tiros cerca de Lahore. Las mafias de las alfombras fueron acusadas del crimen. Consiguieron silenciarlo a él, pero no así, su mensaje.
Su muerte ha quedado como un símbolo de esperanza y lucha para esos 400 millones de “Iqbals” que son explotados en todo el mundo.

El número de niños que nos encontramos en los sectores de los que la economía mundial ha decidido “reservar” para seguir manteniendo “a raya” las reivindicaciones obreras frente al Capital sigue aumentando alarmantemente.
Ningún continente se ve libre de esta lacra: Asia y Pacífico, África, IberoAmérica, Oriente Medio, países emergentes de Europa, incluso en el propio EEUU.
Todo vale en esa pavorosa realidad: Explotación laboral, tráfico de niños, tráfico de órganos, prostitución, pornografía, niños de la guerra y un largo etc. vergonzoso e inacabable.
Cuatrocientos millones de miradas que no han visto más que un camino a ninguna parte, un camino de desesperanza y miseria.

Estos datos no sólo revelan la realidad que están sufriendo, sino también el ambiente de violencia y de injusticia que propicia las matanzas de seres humanos, en su mayoría niños. Ambiente generado tanto por la endémica pobreza, tradiciones culturales como por la globalización transnacional de la explotación económica que no manifiesta ningún escrúpulo en sacrificar vidas, aunque sean de recién nacidos o niños.

España hasta los años 50 vivió en parte esta realidad: Trabajo explotado, míseras condiciones de vida, niños trabajando sin posibilidad de ir a la escuela. .. No perdamos nuestra memoria histórica. “ La lucha no es válida si no va a la raíz, si no se implican las conciencias de los que demandamos cada vez más alfombras para nuestras casas a un precio más barato conformándonos con dar un donativo, el tele maratón de turno o, sin más, un encogerse de hombros como única respuesta a esta sangrante y vergonzante realidad.
Es muy duro mirar de frente a un niño o niña que con su mirada y en silencio nos pregunta ¿Por qué?
Comprometernos con su desesperanza es asumir nuestra responsabilidad y luchar por un Mundo en el que esos 400 millones de niños esclavos sean merecedores de un lugar y una vida donde les sea posible volver a soñar y sonreír. Su futuro no será un regalo que les hagamos, si no devolverles una dignidad que con nuestra soberbia de “primer mundo” les hemos negado.
Un Mundo mejor es posible, el de ahora se escribe con:

- 100 millones de infectados con el SIDA y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.
- 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.

- 1100 millones de personas sobreviven con menos de 1 Euro diario.- 1500 millones de personas no tienen acceso al agua potable.

- 15 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables.

- El 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.- el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.

- El 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.
- 400 millones de niñas y niños son explotados como objetos productivos o pura mercancía.

Su dignidad es nuestra dignidad y mirarles a los ojos es vernos reflejados en nuestra conciencia. Aunque sea por la sonrisa de uno solo de esos niños, asumamos nuestra responsabilidad y pasemos a la acción.

. . . . Por una mirada, por un sueño, ¡seamos solidarios!.