Equilibrio Del Vertigo: mayo 2006

Equilibrio Del Vertigo

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Lugar: Barcelona, Spain

Superviviente como me imagino la mayoría de vosotros/as; pensador perezoso y vividor accidental. En los años 60, aprendí a mirarme al espejo...Se podía mejorar muchísimo lo que veía...Sigo en ello.

sábado, mayo 27, 2006

Del silencio de la inocencia a princesas en el infierno.



Del “Silencio de la Inocencia“ a “Princesas en el infierno” o, lo que es lo mismo, la prostitución infantil y la explotación sexual y de género de la mujer.

Más de dos millones de niñas en todo el mundo son obligadas a ejercer la prostitución. UNICEF, organización de las Naciones Unidas de ayuda a la infancia, divulgó estas cifras en Berlín aprovechando la presentación del libro de Somaly Mam, "El silencio de la Inocencia".
Pero… ¿quien es Somalí Mam?

Somaly Mam (Camboya, 1970) sabe de lo que habla cuando afirma que la explotación sexual es la esclavitud del siglo XXI. No en vano, la sufrió en sus propias carnes. Fue vendida siendo niña, varias veces cambió de dueño, y durante años anduvo de mano en mano y de burdel en burdel hasta que en 1991 logró escapar. Desde entonces dedica su vida a rescatar y reintegrar en la sociedad a los millones de mujeres y niñas que caen cada año en las garras de las redes de prostitución. Su labor ha sido reconocida, entre otros galardones, con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional, pero también le ha puesto a ella y a su organización AFESIP (Acción por las mujeres en situación precaria) en el punto de mira de las mafias que trafican con seres humanos.


–“Recordar mi propia historia me resulta demasiado doloroso. Prefiero hablar del futuro que del pasado”.

–“Le contaré la historia de Tomdy. Tenía ocho años cuando su hermana la vendió como esclava doméstica. Sus amos le pegaron tanto que se escapó y volvió a casa”.

–“Su hermana la volvió a vender a un burdel donde vendieron su virginidad durante una semana, luego la cosieron y la volvieron a vender como virgen, algo que recordaba con horror. Pasó tres años en distintos burdeles obligada a atender de 10 y 15 clientes al día. Un cliente borracho pasó toda una noche golpeándola y no quiso pagar arguyendo que ella le había robado. La castigaron metiéndola en una jaula”.

–“Sí, como todas estas niñas. Cuando ya estaba inservible, con sida y tuberculosis, el proxeneta la abandonó en la calle. La recogí con 11 años y me la llevé a casa. Estaba destrozada, sólo sobrevivió cuatro años. Yo la quería muchísimo, la sentaba sobre mis rodillas y la acariciaba. ''¿Por qué ahora que tengo una madre, que puedo ir a la escuela, debo morir?'' -dime Somaly-, ''¿por qué Dios no me ayuda?'', me preguntaba”.

–¿Lo mejor que le ha pasado en la vida?–La sonrisa de las niñas después de haber pasado por el infierno.

"No hay niños que se dediquen a la prostitucion…… sino
niños prostituidos".



Del . . . “Silencio de la inocencia”


De que hablamos:

Más de dos millones de niñas y niños atrapados en la “Aldea global” del mercado sexual, un negocio que mueve miles de millones de euros.


De estos dos millones de niños atrapados se estima que un millón son explotados en el sureste asiático, quinientos mil en América latina y un número similar en África y países industrializados de Europa y Norteamérica.

En contraste con los adultos, los niños son "claramente mucho más vulnerables y están indefensos ante las mafias operantes en el sector del sexo, por lo que es mucho más probable que sean víctimas del trabajo forzoso para redimir deudas, objeto de tráfico, violencia física o tortura. La explotación comercial de su sexualidad es una forma de violencia tan grave contra la infancia, que amenaza la vida del niño y lo deja estigmatizado para siempre.

De ese aterrador “silencio de la inocencia” la mayoría de ellos en el caso que sobrevivan pasan a engrosar las estadísticas de explotación y esclavitud sexual de la mujer.

A. . . “Princesas en el infierno”

“Hace unos meses, una mujer rusa declaró a la policía de Vigo que en diciembre fue conducida a la fuerza, junto con otras chicas, a un cruce de carreteras de la provincia de Valladolid. El resto de la historia se la contó esta mujer a la ONG que la auxilió: en el cruce de carreteras esperaban dueños de prostíbulos del norte de España, citados allí por mafias especializadas en la trata de blancas. Por ella, de 20 años, no muy alta, el dueño de un local de alterne de Galicia pujó -y pagó- 300 euros. A la noche siguiente, el mismo dueño que la compró la forzó a prostituirse para empezar a cobrarse el gasto. "Lo de ese cruce de carreteras era como una feria de ganado", señala un testigo de otra venta similar.

Antes, esta mujer había sido secuestrada en Rusia por una banda albano-kosovar, violada en Verona (Italia) a fin de derrotarla psíquicamente y convencida a palos de que aceptara ese destino. Luego la metieron en un coche y la transportaron al lugar donde la subastaron. Actualmente, gracias a la filtración de un cliente, una operación policial y la labor de la ONG gallega Alecrin, está otra vez en Rusia, junto a sus dos hijos, donde trata de olvidar que el infierno existe y que ella lo habitó”.

Se calcula que en España ejercen la prostitución entre cuatrocientas y quinientas mil personas, un 90% de las cuales son mujeres; de éstas, el 87% son inmigrantes, según datos de un estudio publicado recientemente, y cuando llegan a España de la mano de mafias, la mayor parte de ellas desconoce que van a ejercer esta actividad.

“Para ellas todo empezó con: Y Dios creó a la mujer… de una costilla de Adán; éste fue el primer acto de discriminación de una obra aún inacabada”

¿Por qué la mujer sigue siendo “el oscuro y perverso objeto del deseo”

Las religiones patriarcales que configuran a la mayoría de las culturas del mundo, subordinan a las mujeres al hombre. Los movimientos fundamentalistas (ya sean cristianos, judíos, hindúes o islámicos) abogan por la represión de la sexualidad en general y la de las mujeres en particular. La interacción entre mujeres y niñas, por una parte, y hombres y niños, por otra, se vigila muy de cerca y, a su vez, se restringe.
Ejemplo lacerante, bajo la influencia del fundamentalismo Islámico, las mujeres deben cubrir todo su cuerpo con ropas como el chador o el burca. El castigo por una mala conducta puede llegar hasta la mismísima muerte. Esto ocurre en algunos países árabes, como por ejemplo en Sudan o Irán, donde las mujeres pueden ser legalmente lapidadas hasta la muerte.

La explotación es otra forma de control y abuso de la sexualidad femenina. A través de ella las mujeres son utilizadas para satisfacer las necesidades sexuales del hombre o para sacar algún provecho de estas. Las mujeres y los niños son explotados sexualmente cuando se les someten a prácticas como el incesto, la violación, el acoso sexual, la ablación, el maltrato (físico y psíquico), el tráfico de novias para el matrimonio forzado, la pornografía y, finalmente, la prostitución, todo bajo un denominador común, la explotación y violencia de género.

"No se puede considerar que la prostitución es un trabajo normal, sin despreciar el derecho fundamental de las mujeres a ser libres de toda explotación sexual",

La prostitución no es, como se suele decir normalmente, la profesión más antigua del mundo, aunque probablemente sí sea una de las formas más antiguas en que se manifiesta la violencia del hombre contra la mujer. La antigüedad reside, en realidad, en la explotación sexual de las mujeres y los niños, que el hombre defiende como parte de su naturaleza al necesitar “tener sexo”, aunque sea a través de la fuerza, de la compra o el abuso de un niño/a.

La mayoría de las niñas entran en el mundo de la prostitución cada vez a edades más tempranas. En muchos casos, son los propios familiares de las niñas quienes las venden al mundo de la prostitución y, en otros, son los proxenetas quienes las reclutan para este propósito una vez han huido de sus casas. Algunas niñas entran en el mundo de la prostitución después de haber sufrido incesto, abuso y violación por parte de algún conocido. De este modo se van adaptando a la violencia y a la explotación hasta que, con el tiempo, llegan a pensar que este es el papel que deben desempeñar en la vida.

La pobreza, la desesperación por mantener a los miembros de su familia y, finalmente, la adicción a las drogas, son asimismo causas que obligan a la mujer a prostituirse.

No hay dignidad en la prostitución. Muchos de los actos relacionados con la prostitución incluyendo la pornográfica, pretenden degradar, humillar y expresar el dominio del hombre sobre la mujer. Estos son actos misóginos, sin respeto ni cariño, que no tienen nada que ver con el amor ni con la dignidad.

En la actualidad se calcula que la industria mundial del sexo recauda más de cincuenta mil millones de euros anuales. Para el mantenimiento de esta industria, las mujeres son traficadas hacia, desde y a través de cada región del mundo.

Las redes criminales que trafican con mujeres son transnacionales. Algunas están compuestas por un número reducido de individuos independientes, mientras que otras, son sindicatos del crimen altamente organizados, como por ejemplo, la Mafia, los Yakuza, los Triads y, finalmente, los grupos del crimen organizado ruso.
Por esta razón es imprescindible que toda política para erradicar la explotación sexual y de género de la mujer, se plantee desde un ámbito transnacional, e incidiendo tanto en desmantelar las bases del fundamentalismo cultural, el subdesarrollo económico y social y las redes de traficantes, como en aplicar programas de rehabilitación y protección de las niñas y mujeres explotadas.

Conseguir que la mujer no tenga que reivindicar su derecho a ser persona al margen de “la costilla de Adán” es tarea de todos . Somaly Mam pudo volver a sonreir ,

“demos razones a la esperanza”.
“no tenemos derecho a la indiferencia”

No quisiera terminar esta reflexión sin manifestar mi reconocimiento y admiración por la excepcional labor que muchas ONG’s están desarrollando en la defensa de los derechos humanos y, en este caso, la de devolver la esperanza a esos niños y princesas victimas de la explotación.




“Yo no creo mucho en Dios, pero si he pensado y, creo que lo peor sería que hubiera otra vida, que fuera como esta”.
“Princesas”

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sábado, mayo 20, 2006

Cuando un ángel me robó el corazón.



“Si en el cielo existen los ángeles, estoy convencido de que deben tener los ojos, las manos, el rostro y la voz de Audrey Hepburn”.

Con esta frase inscrita en su funeral se bajaba el telón de una intensa y cautivadora vida y empezaba la de la leyenda y el mito. Mi Cinema Paradiso tenía por fin a su ángel.

Era un día frío y gris de un 24 de Enero de 1993, el mito y la leyenda volaban como ángel alado, hacia la eternidad, fallecía Audrey Hepburn.

La historia había empezado 63 años antes en un pueblecito cercano a Bruselas y como todo cuento que se precie debe empezar con un: “Había una vez”...

Audrey Hepburn nació un cuatro de Mayo de 1929 en la ciudad belga de Ixelles con el nombre de Audrey Kathleen Hepburn Ruston. Fue hija de un banquero inglés y de una aristócrata holandesa. Inglaterra y Holanda fueron sus paisajes de infancia hasta que con motivo del divorcio de sus padres en 1935 se instaló definitivamente con su madre en Holanda. Allí sufrió en carne viva las dramáticas consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, con la ocupación alemana.
La guerra terminó con su triste infancia. Uno de sus hermanos fue llevado a un campo de concentración. El otro se perdió en los ataques de la resistencia.holandesa. Un tío y un primo fueron fusilados.

Finalizada la guerra, Audrey y su madre se trasladaron a Londres donde siguió con sus clases de ballet iniciadas a los doce años, empezando ya a destacar como modelo. En 1951 comenzó a actuar para el cine. El gran y definitivo salto al estrellato lo dio al ser contratada para interpretar el papel protagonista de la obra teatral Gigi en Broadway y posteriormente protagonista de Vacaciones en Roma con Gregory Peck, por cuya interpretación gano el Oscar en 1953.

A partir de ese momento su carrera cinematográfica estuvo marcada por el éxito y el glamour. Actores como Gary Grant, Rex Harrison, Fred Astaire, Burt Lancaster, Peter O’toole o Humphrey Bogart fuero algunos de sus celebrados parteners. No quedaron atrás los mejores directores de la época: Billy Wilder, Stanley Donen, King Vidor, Fred Zinnemann, John Huston, y como no, Blake Edwards y su ”Desayuno con diamantes” (1961) y títulos tan míticos como: Sabrina (1954), Charada (1963), Una cara con ángel (1957), Los que no perdonan (1960), Historias de una monja (1959), My Fair Lady (1964), Sola en la oscuridad (1967) o ya en los últimos tiempos Robin y Maria (1976) fuero jalonando su extensa y brillante carrera cinematográfica.

Su vida sentimental no fue tan afortunada como la artística. En Hollywood conoce a un actor en la cima: Mel Ferrer (estamos en 1954). Se casa el 25 de septiembre del mismo año y viven diez años juntos. Nace Sean, un 17 de julio de 1960. Su matrimonio se ve consternado ante la pérdida de sus cinco embarazos y en noviembre de 1968 se divorcian.
En enero de 1969, insiste con la idea de casarse nuevamente, y esta vez su compañero es un psiquiatra italiano, Andrea Dotti, del cual nace su hijo Luca Andrea, el 8 de febrero de 1970. Pero pronto le llegarían los problemas, porque tuvo que soportar las continuas infidelidades de Andrea y esto le lleva a su segundo divorcio, en 1976.

Pero ella, como pájaro enjaulado, necesitaba encontrar su lugar de paz bajo el sol y lo encuentra refugiándose en su casa de campo. Lejos del ruido de la ciudad, compra una propiedad en Suiza, en un pueblo de medio millar de habitantes llamado Tolochenaz -sur Morges.

Decide alejarse progresivamente del cine, aunque no de la vida social. En una sesión de stage conocerá a su último amor, un actor holandés: Bob Wolders. Su único fiel amor... Audrey declaraba a la prensa: “Él me hizo vivir de nuevo, darme cuenta que no todo se había terminado para mí”. Sus actuaciones en la pantalla son cada vez más esporádicas... En 1979 filma, en Nueva York, “Lazos de Sangre”, con Omar Sharif. Su última actuación fue con, Steven Spielberg en “Always” (1989).

En 1988 fue nombrada embajadora de UNICEF y su compromiso humanitario por los niños pobres marcó los últimos años de su vida. Los viajes a Sudán, El Salvador, Guatemala, Honduras y Vietnam fueron ocupando una larguísima agenda donde nunca faltaba el amor y la solidaridad por la infancia. Viajó a Somalia poco antes que se le declarara la enfermedad terminal, el cáncer de colón, y la hiciera abandonar toda su generosa y altruista actividad.



En 1993, meses después de su muerte, la academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le concedió un Oscar Humanitario Jean Hersholt por su labor como embajadora permanente en UNICEF. y dar a conocer la dura realidad de la infancia en el Tercer mundo.
Su sola presencia da pleno sentido a la frase con la que empieza esta historia: "Si en el cielo existen los ángeles, estoy convencido de que deben tener los ojos, las manos, el rostro y la voz de Audrey Hepburn".



Breakfast at Tiffany’s o como me enamoré de un ángel.


Hay instantes que definen y encumbran un mito; unos pocos fotogramas que, como por arte de magia, nos roban el corazón y pasan irreversiblemente a formar parte de nosotros para siempre; a ser una parte inolvidable más de nuestra memoria. Y algo me dice que ya nunca olvidaré esos mágicos instantes de Desayuno con diamantes.
Audrey Hepburn, la frágil y solitaria Holly, animal salvaje que se resiste a cualquier tipo de atadura, es amansada por su propio canto, sentada en la ventana tocando la guitarra y cantando esa maravillosa e inolvidable canción que tanto nos ha enamorado. Y mientras Moon River
suena más dulce que nunca, un primer plano enfoca la cara de ella, y el mundo se para, porque el cine ha alcanzado una vez más, la máxima expresión de la belleza.


Sólo por ese momento, sólo por esos pocos segundos, Desayuno con diamantes merece el cielo. Blake Edwards fue un director a veces acusado de falta de talento, y de hecho realizó productos que dejaban bastante que desear. De hecho, en esta película sobran algunos gags, pretendidamente cómicos de los que abundan en su filmografía. Pero debemos tener en cuenta que se tratan de una película de 1961 y es perfectamente perdonable porque el conjunto de la obra acaba sobresaliendo por encima de las demás.

Y es que Edwards realizó con ésta su mejor película, sin duda. Una historia de amor y de desamor, de seres solitarios rodeados de gente y de almas perdidas en un mar de opulencia, hipocresía y aburrida clase alta de Nueva York. Entendió perfectamente y supo plasmar mejor que nadie una premisa básica del ser humano y su naturaleza: la necesidad de amar y de ser amado, y eso es algo que la escena final bajo la lluvia nos explica perfectamente, al son de los compases de la música de Henry Mancini.

Nos encontramos ante una película que bien podría ser un homenaje a su protagonista. Si bien George Peppard dejó su marca (fue la gran película de este actor), no pudo evitar ser eclipsado por la radiante vitalidad, belleza infinita y actuación magistral de Audrey Hepburn. Su cara de ángel no es sólo algo que merece la pena ser recordado, sino un torrente de expresividad como pocas actrices han sabido plasmar.

Como curiosidad, cabe destacar que en la novela original de Truman Capote (quien por cierto, quería a Marilyn Monroe para el papel protagonista), el personaje de Holly era claramente una call girl o señorita de compañía, pero sin embargo Edwards prefirió maquillar esto transformándola en una chica bohemia que vivía de los regalos de los caballeros. Una historia de amor agridulce perfectamente llevada desde el primer hasta el último fotograma.

En la obra de Capote, el lugar de la inolvidable melodía de Henry Mancini es ocupado por una canción que tararea Holly que dice así: “No quiero dormir, no quiero morir, sólo quiero seguir viajando por los prados del cielo.



... Y mi Cinema Paradiso dara eternamente gracias a la magia del cine por brindarme la oportunidad de ver, oír y soñar con unos ojos, con una sonrisa, y con el hechizo de una mujer fascinante y maravillosa, un ángel llamado, Audrey Hepburn.

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sábado, mayo 13, 2006

¡Cada vez más lejos! . . . .¡cada vez más cerca!.


"El ser humano, el animal más depredador y más desprotegido de toda la naturaleza".

¿Derechos humanos o deberes del ciudadano?

La declaración de los derechos humanos de 1948 “parecía” que nos daba una respuesta positiva a esta pregunta.
En todos sus artículos, la persona como ser humano es el eje de toda la declaración, la persona o individuo considerado como sujeto, no como ciudadano. En consecuencia, derechos de todo ser humano por el solo hecho de serlo, superando así, el derecho de nacimiento y origen.

Lo que ha ocurrido hasta ahora, dista mucho de seguir este camino. Los Estados firmantes han seguido legislando para el ciudadano y nunca para la persona.
La preocupación por la persona la han dejado en manos de ONG’s, y así como demostración más evidente de lo comentado es la “tensión inmunológica” que colectivamente estamos viviendo.
Adquieren grado de “normalidad” los muros, las vallas y las leyes con que nos protegemos del “otro”, y nuestra conciencia social es cada vez más insensible y más critica con los derechos del “ajeno y lejano” otro.

Los derechos como ciudadano no nos pertenecen por el solo hecho de ser seres humanos. Son derechos que nos conceden, que nos concedemos, por vivir en estados-nación o en “patrias”. Los refugiados y los emigrantes son el escándalo y evidencia flagrante de esta hipocresía.

Y como caso más lacerante el de los mal llamados “sin papeles”. Como no los podemos tratar como ciudadanos, no sabemos que hacer con ellos ¿Qué son? ¿Qué hacemos con ellos? Ni los condenamos ni los devolvemos a su país de origen y lo más grave, ni los protegemos. En el mejor de los casos, los tratamos con eso que tan bien sabemos hacer, con hipocresía caritativa y falso humanitarismo.
Es el paria el que está fuera de la justicia por decisión de la propia justicia. Ésta protege al ciudadano, nunca a la persona. Recordemos a Víctor personaje central de la película “La Terminal” de Steven Spielberg. Es un claro ejemplo de paria, de ciudadano del mundo y de ninguna parte, lo único que posee es la nuda-vida, ser hombre sin derechos, llana y simplemente.

En este sentido no es baladí que el concepto “patria” y patriota vuelvan a tener un protagonismo social cada vez más en alza. O se es patriota o se es un paria.
Razones económicas, políticas, de identidad, étnicas... todo vale para justificar nuestras prevenciones inmunológicas, nuestros miedos defensivos y existenciales.
Las fronteras que prácticamente han desaparecido para la circulación del capital son cada vez más restrictivas para la circulación de los trabajadores.
El terrorismo es, en este orden de cosas, la última gran razón para defendernos del “hombre”, del “otro”. Porque el peligro y la amenaza siempre viene de fuera ¿Y nuestros miedos a donde van?.
También la cultura, cuando substituye a la justicia se acaba convirtiendo en un mecanismo de regulación social, lo cual conduce a un renovado y perverso sistema globalizado de inclusión o exclusión social, en función de que pertenezcamos a una identidad cultural o a otra.

Lo cierto es que desde nuestros castillos étnico-culturales, políticos o económicos, miramos “al otro”, “al de fuera” como la causa y la victima de nuestros miedos.
La in disimulada xenofobia de nuestros días es la conciencia directa de estas nefastas perversiones.
Lo que proclamamos como derechos humanos en 1948, ya no funciona ni como memoria histórica, sigue en mitad de camino de ninguna parte y el olvido, y eso es la peor de las realidades para el ser humano como persona, siempre anterior y más importante que el ciudadano “reglamentariamente censado”.

Sólo algún Tribunal internacional y algunas ONG’s mantienen el fuego sagrado e irrenunciable de la Utopía.
Una reflexión histórica y moral se impone por nuestra parte. Buscar y encontrar el equilibrio es lo que nos puede salvar de quedar esclavizados por nuestros propios miedos, y como todo lo que nos concierne; de nosotros depende.
Las burbujas tarde o temprano siempre explotan en mil pedazos, y lo queramos o no, las nuestras como paraísos del “primer mundo” no son una excepción.

"Los derechos humanos ¡Cada vez más lejos! Los deberes del ciudadano ¡cada vez más cerca!".


"Huir, huir a la tierra prometida
A los paraísos o a la muerte
Mi hambre me empuja
Mi sed me quiebra
Mi alma sangra esperanza
Intento lo imposible,
Sujetar el infinito con mis sueños
Huir, huir a los paraísos o a la muerte".

¿Quien dijo que solo los dioses paseaban por los infiernos?

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sábado, mayo 06, 2006

Tres palabras . . . Tres renuncias.


"Deseos de ti, de estar contigo,
donde sea, cuando sea,
porque con tu presencia me basta,
con tu sonrisa, que es más que todo,
tu mirada, frenesí de arco iris
tu aroma, tu olor, tu ropa,
el modo en que te desnudas,
tu sola presencia, que todo lo ilumina,
no hay nostalgia, ni ausencia,
sólo encuentro en el gozo infinito,
de tus dedos en mi piel,
de mis manos en tu cuerpo,
de mi alma en la tuya,
a pleno día los abrazos,
a media luz los besos,
o a medianoche las caricias,
contigo da igual el alba o el ocaso,
ven, ven
déjame retenerte junto a mí
en este instante eterno.
Te deseo, no puedo evitar amarte,
ni quiero evitarlo".

Amor o deseo,
la eternidad de lo efímero es el sueño de una vida.
Más allá de la piel, bordamos con el tiempo,
el amor, la ternura y el sexo para ser obra de arte.

Necesitarte . . . Quererte . . . Amarte . . .
Sé de mi renuncia . . . Y la tuya?

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